DEFENDER NUESTROS DERECHOS SOCIALES, LABORALES Y DEMOCRATICOS

· 14-N MARCA EL CAMINO A SEGUIR: PROFUNDIZAR LA LUCHA TRABAJADORES Y OPRIMIDOS.

· LUCHEMOS PARA NO CEDER UN CENTIMETRO EN NUESTROS DERECHOS

Salvador PEREZ

             En la manifestación que el 14 –N ponía punto y final a la jornada de huelga general en Portugal, el Secretario General del sindicato CGTP, Arménio Carlos, afirmaba que la j9rnada de paro “había sido uno de los mayores de la historia del país". La manifestación terminaba como en otras ocasiones en las puertas del Parlamento portugués, en pleno centro neurálgico de Lisboa. Fue entonces cuando un grupo ya poco numeroso de personas que permanecían en el lugar que minutos antes habían ocupado decenas de trabajadores y oprimidos para protestar contra el gobierno y la Troika, no más de 1000 según los medios de información de la burguesía, comenzaron a enfrentarse a los antidisturbios portugueses.

                Nada nuevo, grupo de jóvenes hartos del sistema opresivo, con toda seguridad con una buena infiltración de propios policías para crear esa bulla que necesitan para que al día siguiente los periódicos de la derecha no hablen mucho de la lucha de los trabajadores, sino de los ‘incidentes violentos’ al final de las manifestaciones. Nada nuevo bajo la estrella llamada ‘Sol’.

             Es claro que estos incidentes provocados por grupos al margen del movimiento de lucha contra los recortes sociales, contra el empobrecimiento de las masas por parte del gobierno y la clase dominante, fue seguro que ya en esos momentos habían sacado a los policías infiltrados del lugar, los habían puesto en sus filas y ahora se trataba de que se pudieran gravar fotografías de violentos, enfrentándose con la ‘modélica policía’ y que estas fotos fueran las que ocuparan las primeras planas de las ediciones del día siguiente en la prensa.

           La ‘modélica actuación policial’ en Portugal, con estas palabras siempre es justificada la represión por los políticos de la burguesía, fue la siguiente: Agentes de Policías cargando brutalmente contra las escasas personas que ya había en el luchar, porrazos a diestro y siniestro, bastonazos fuertes y duros a todo lo que se movía, perros rabiosos de las correas de policías mordiendo a todo el que se encontraba al paso. La jornada de huelga general en Portugal termino con un balance de 48 heridos.

            Dicen que es la primera vez desde el comienzo de la crisis en Portugal que las protestas tienen un final lleno de violencia. Estamos convencidos de que no será, ni mucho menos, la última vez que veamos esto, sino que a partir de ahora incluso nos atrevemos a firmar que será en adelante la tónica general, como lo es en España y Grecia. Estamos viendo un claro proceso hacia el reforzamiento de los medios represivos en toda Europa y ello obedece objetivamente al proceso de radicalización hacia la izquierda que observamos en el movimiento obrero, empujado por la crisis del sistema. Como declaraba en los medios, a escasos metros de los antidisturbios, un jubilado portugués el día 14, en referencia al carácter que atribuían a los portugueses de aguantar todo, “eso es falso. Dicen que aguantamos todo. Pero eso no es verdad".

              El mismo día 14, para disipar las dudas de todos, pudimos ver en España nuevas imágenes de los antidisturbios jugando el papel que tienen de defensa del orden social capitalista, de la burguesía como clase dominante y la propiedad privada. Eran nauseabundas las imágenes de los Mossos catalanes aporreando a una mucha de 13 años, con una asquerosa saña y a una joven que ‘se atrevió’ a reprocharles esos porrazos sobre un niño.

              Vivimos en una sociedad dividía de arriba abajo, de abajo arriba por la existencia de las diferencias de clases sociales. La sociedad en su conjunto es dominada por la clase social que detenta el poder económico en la misma, la burguesía, quien pone su sello e intereses en todo, desde la cultura a su dominio sobre el Estado, el cual en su conjunto no es otra cosa que un órgano de dominación de la burguesía sobre el conjunto de la sociedad.

            En momentos ‘normales’ la burguesía tiende a dominar bajo las apariencias formales de los principios democráticos, sobre todo mediante la celebración de elecciones en las que aparentemente la población elige cada cuatro años a ‘sus representantes’, que nada más ser elegidos ocupan las bancadas en los parlamentos prestos a escuchar y ejecutar la política que le dictan los estrategas que representan a los grandes empresarios y banqueros. De cualquier forma este procedimiento aparentemente ‘democrático’ le da a la clase dominante la ventaja de que no ‘son ellos, los grandes millonarios, los que mandan en la política, sino los que la gente elige democráticamente’.

            Pero hay momentos, como precisamente los que estamos viviendo en estos momentos de profunda crisis capitalista, en los que toda la dominación de clase de la burguesía queda al descubierto, con todos los repugnantes políticos burgueses defensores de la clase dominante haciendo un gran circo en el parlamento, en los que ya no son suficientes esas parodias ‘democráticas’ y directamente pasan a usar los excesivos medios represivos que se encuentran en manos del Estado burgués.

             Es en estos momentos en donde las formas democráticas, que ya no son suficientes para evitar las luchas y movilizaciones de la clase trabajadora y los oprimidos, en donde las ‘LEYES, POLICIAS, CALABOZOS POLICIALES, JUZGADOS, JUECES, CARCELES,…” adquieren todo su verdadero significado de clase al servicio de la burguesía.

            Precisamente es en estos momentos de fuerte tensión objetiva entre las clases sociales, donde la burguesía intenta limitar y anular los derechos democráticos o gran parte de ellos, como el de manifestación o huelga, en donde una postura clara y firme por parte de las direcciones de las organizaciones de clase de los trabajadores, sindicales y políticas, adquiere toda su importancia. Durante décadas los trabajadores hemos logrado avances sociales y los derechos democráticos de que hemos gozado gracias a nuestras propias luchas, en las que en muchos casos corrió la propia sangre de los trabajadores. Todos los derechos que tenemos han sido conquistados con la lucha, jamás la burguesía ni sus gobiernos nos regalo nada. Y ahora tenemos que ser capaces de enfrentarnos con la movilización contundente frente a todas las baterías de ataques que están llevando a cabo para quitarnos todo aquello que habíamos conquistado en el pasado.

           En este sentido estamos ante una lucha defensiva claramente por no perder las condiciones de vida que tenemos, por no perder los derechos sociales, laborales y los salarios, JUNTO A LA AMENAZA DE QUE SUPRIMAN DERECHOS DEMOCRATICOS BASICOS Y FUNDAMENTALES PARA NOSOTROS, como son propiamente el derecho a ejercer la huelga frente a la patronal y gobiernos, así como el de poder manifestarnos por las calles de nuestras ciudades, que cuando vamos hacerlo las inundan de esos energúmenos vestidos de uniformes y armados hasta los dientes, con los impuestos que nos roban a nosotros frente a las amnistías fiscales a los ricos que evaden constantemente sus millonarios recursos, para que nos aporreen, nos lancen gases de mostaza o balas de goma.

              El 14 de noviembre ha sido sin duda una lucha exitosa en seguimiento y participación de los trabajadores en toda Europa, desde Portugal a España, desde Gran Bretaña a Alemania, desde Italia a Francia, en un total de 16 países. Ahora los dirigentes de nuestras organizaciones de clase deberían estar a la altura de las circunstancias y proceder a convocar una movilización más amplia y contundente en toda Europa, en contra de las políticas de los gobiernos que amenazan nuestro futuro.

             La discusión sobre la convocatoria de una Huelga General europea de 48 horas debería estar siendo objeto de amplio debate en barrios obreros, centros de trabajo y estudio en todo el continente.