MEXICO: NUEVO PRESIDENTE, HIJO DEL FRAUDE

 

Miles Trabajadores y Jóvenes Movilizados Contra Fraude Electoral

“Si Hay Imposición, Habrá Revolución”

 

SALVADOR PEREZ

               Finalmente hubo recuentos de votos en México y el resultado ya era conocido: da como ganador oficial a Enrique PEÑA NIETO, del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Los mexicanos viven de esta forma la confirmación del escandaloso FRAUDE ELECTORAL.  Los propios medios llamados de comunicación fraguaron el triunfo del PRI, se han ocultado al máximo lo que es de dominio público, las clarísimas operaciones de compra de votos entre sectores amplios de la población empobrecidas de México. El resultado electoral final ha reflejado lo que la clase dominante se propuso desde el principio que fuera, sin más.

             Las elecciones fraudulentas en México, no casualmente, se han producido en un contexto económico, social y político en toda Latinoamérica que indica claramente que estamos entrando en una nueva e importante etapa histórica. La etapa de crecimiento de la económica latinoamericana esta llegando a su final y las clases dominantes intentan por todos los medios tomar posiciones firmes para controlar firmemente el poder y hacer frente a la posibilidad de un significativo aumento de la lucha de clases en la región.

             En las ultimas semanas hemos visto de nuevo el salir a las calles de la juventud chilena, en lucha por la educación publica, gratuita y de calidad, hemos sido testigos del golpe de Estado contra F. Lagos en Paraguay, intentando la oligarquía poseedora de las tierras que no parezca un golpe, sino algo democrático, hemos escuchado de nuevo ruidos de sables que señalan las posibilidades de golpe de Estado en Colombia, estamos viendo un incremento de la presión en contra de la revolución bolivariana en Venezuela, con notable protagonismo de los medios de intoxicación informativa de la reacción,… y hemos visto la clara y burda farsa de las elecciones mexicanas.

          México ahora mismo es un país acosado económica, social y políticamente. La corrupción campa a sus anchas por el país, controlado por empresarios mafiosos que extraen hasta la última gota de sudor y sangre de los trabajadores, convertidos en verdadera masas empobrecidas. Las mafias del narcotráfico campan a sus anchas como si fueran un autentico Estado paralelo,…

              Sin embargo y a pesar de todo ello, millones de trabajadores, jóvenes y oprimidos bajo el capitalismo han salido en las elecciones esperanzados a votar a la izquierda, en busca de una salida al impases de la sociedad mexicana, condenada por el narco-capitalismo. Y todos esos deseos de cambiar la situación por la vía electoral, votando a la izquierda, se ve de nuevo truncados por el clarísimo FRAUDE ELECTORAL que ha vivido el país. Enrique PEÑA NIETO será sin duda el nuevo Presidente de México, hijo directo del fraude de los corruptos, de la clase dominante, no por el apoyo de las masas mexicanas.

              De hecho, los resultados electorales han provocado un gran movimiento de protesta semi-espontaneo. Sin convocatorias claras, sin campaña a fondo contra el fraude, sin una firme dirección detrás de la convocatoria a la lucha, miles y miles de mexicanos se han manifestado por la céntrica Avenida Paseo de la Reforma, en dirección al Zócalo. Una idea dominaba el espíritu de todos los miles de manifestantes: luchar contra la imposición por la oligarquía del ganador virtual, Peña Nieto, del PRI y que significara mas y peor de lo mismo de lo vivido por las masas mexicanas hasta ahora.

 

               Los miles de manifestantes gritaban, desde su salida desde el Ángel de la Independencia, “FRAUDE, FRAUDE, FRAUDE”, “ANDRES, AGUANTA, EL PUEBLO SE LEVANTA”, “PUEBLO ESCUCHA, ESTA ES TU LUCHA”… Así mismo como consignas contra Peña Nieto y de apoyo al candidato mayoritario de las masas mexicanas en estas elecciones, Andrés López Obrador.

               Al igual que ocurrió durante la campaña electoral, con la aparición del Movimiento estudiantil YoSoy132, la manifestación que congrego a miles de trabajadores y jóvenes mexicanos tuvo un carácter de mucha espontaneidad. El Paseo de la Reforma fue cerrado al tráfico debido a la manifestación, denominada como “MARCHA CONTRA LA IMPOSICION”, tuvo una convocatoria por las redes sociales de internet, entre otros por los estudiantes universitarios y diferentes colectivos y organizaciones de izquierdas. Otro de los gritos que mas destacaban entre los manifestantes fue el de “SI HAY IMPOSICION, HABRA REVOLUCION”.

               En la manifestación, insistimos, participaron miles de trabajadores y de jóvenes, cansados de la situación económica y social en la que viven condenados por el capitalismo mexicano. En otras zonas del país se vivieron manifestaciones igualmente en contra del fraude electoral para hacer vencedor a Peña Nieto. Ello es un claro indicador de que existen condiciones objetivas para la intervención política, para construir una genuina dirección revolucionaria que llene el vacío que hoy por hoy existe en el movimiento.

               Cuando las ideas se convierten en algo sentido como necesario por las masas, se apoderan de sus mentes, estas con una adecuada dirección pueden “tomar el cielo por asalto”.  Y ni más ni menos que esto es lo que México necesita que ocurra: los trabajadores y los jóvenes organizados detrás de un genuino programa revolucionario son los únicos que pueden poner fin al horror que significa el control total que ejerce la clase dominante, la narco-burguesía.

          Este programa, esta dirección basada en ese programa de transformación radical de la sociedad, deben incluir entre sus primeros objetivos la expropiación de las grandes empresas productoras, los latifundios y el sistema financiero, todo ello puesto bajo el control democrático de los trabajadores. Este es el programa y la dirección del marxismo revolucionario, que México y el conjunto de Latinoamérica necesita ya. 

             Es claro que bajo el dominio actual de las clases dominantes, incluso los derechos democráticos básicos, como es que se respete de verdad la voluntad electoral de la mayoría, estará en entre dicho permanentemente. La lucha por una verdadera y genuina democracia para el pueblo, la lucha por niveles de vida dignos, las lucha por el futuro, solo tiene un nombre concreto en toda Latinoamérica: la lucha por la transformación socialista, por el derrocamiento del capitalismo podrido y corrupto.