Descubriendo ‘Secreto’ Económico alemán; “esclavizar trabajadores inmigrantes”

* “Esclavos asalariados en Alemania”: emigrantes que engordan los bolsillos con millones de euros a los capitalistas alemanes

* "Se sabía desde hace años que esto ocurría", afirma medio comunicación derecha alemana.

Salvador PEREZ

         Seguro que a algunos les parecerá una exageración por nuestra parte cuando afirmamos que el capitalismo para afrontar su crisis económica más importante de su historia está dando cada vez más pasos en dirección a devolvernos a las condiciones sociales, laborales y salariales propias de los tiempos del surgimiento del sistema. Condiciones próximas a las que Vivian los trabajadores y la mayoría de la población durante finales del siglo XVII, el siglo XIX y la primera mitad, al menos, del XX. Pero ello lejos de ser una exageración, es un hecho constatable con multitud de ejemplos vivos en estos días, en las primeras dos décadas del siglo XXI.

          Hace unos días en la página web www.eldiario.es se público un informe en donde se contaba el caso de un grupo de enfermeros/as españoles que habían recibido una ‘oferta de trabajo en Alemania’, país que se dice es económicamente el imperio europeo. A estos enfermeros/as españoles les ofrecieron trabajar en unos ‘mataderos’, en la llamada ‘industria cárnica’ en Alemania. Además del ‘trabajo’, les ofrecían vivienda, en un piso que puede considerarse como ‘patera’, en donde de forma masificada meten a grupos de trabajadores, para que se vayan turnando en la vivienda cuando dejan de trabajar.

         El pasado lunes una cadena de Televisión Publica alemana, Das Erste, emitió un documental, bajo el claro titular de “Esclavos asalariados en Alemania”. En él se mostraba de forma clara y sin tapujos las condiciones, por llamarlas de alguna manera, de trabajo y vivienda que están soportando en estos momentos miles de trabajadores emigrantes en Alemania, empleados en los mataderos alemanes. La mayoría de estos emigrantes son trabajadores procedentes de países del Este europeo, sobre todo Búlgaros y Rumanos.

         En el reportaje, ante la Cámara, un trabajador rumano que no quiso aparecer reconocible (paradojas de la vida, ‘a los esclavos el sistema les mete miedo a perder sus cadenas’, los escasos medios que poseen para ganar un trozo de comida que meter en su boca y la de sus familiares), declaraba que: “Nos levantaban a las dos de la mañana, trabajábamos hasta las cinco y nos mandaban otra vez a dormir. A lo mejor a las siete nos necesitaban otra vez y nos volvían a despertar”.

        Una trabajadora explica también en el reportaje como “Nos tenían controlados todo el tiempo, incluso entraban en los cuartos a ver si estábamos durmiendo”. Cuando ella lo denuncio al ‘jefe’, este le respondió algo que suena típico al lenguaje de los ‘mafiosos repugnantes de películas baratas, diciéndole que: “¿No tienes miedo de ir a un abogado y explicarle lo que os pasa? Te lo digo porque cuando salgas a la calle te puede atropellar un coche... O alguien puede que te apalee en medio de la noche y entierre tu cuerpo en la tierra, a varios metros de distancia de tu cabeza”.

       Todos estos ‘empleados’ están obligados por sus ‘jefes’ a dar cuentas permanentemente de que hacen y a donde van. No pueden abandonar el recinto de trabajo o la vivienda sin comunicárselos a sus superiores de la empresa, incluyendo alguna actividad que deseen hacer en su no existente ‘tiempo libre’.

        La empresa Wiesenhof es una de las más importantes, de las mayores por tamaño y negocios en la producción de carnes. Está ubicada en la región de Bremen (Alemania). Además de los mataderos, posee sus propios ‘albergues para sus trabajadores’. Todo el negocio en uno. Como casi todas estas empresas de esclavización de mano de obra, ubica sus instalaciones en lugares apartados, aislados y perdidos en medio de campos. Así protegen mucho más sus negocios, incluyendo los repugnantes de esclavización de seres humanos en pro de obtener más y más abultados beneficios para el bolsillo de sus propietarios.

         El reportero de la TV alemana cuando intenta acceder a las instalaciones de la empresa Wiesenhof se encuentra de que el servicio de seguridad privada, los pistoleros a sueldo de la empresa que contratan para estos menesteres y además ‘controlar a sus trabajadores’, le impide el acceso absolutamente. El reportero le dice al ‘mamporrero de vigilancia de la empresa’ que “Vengo a visitar a un conocido, ¿porqué no puedo entrar, no son personas libres las que ahí viven, no pagan un alquiler?”. El vigilante le da un enorme argumento de peso para informarle porque no lo deja pasar: “Porque el propietario no quiere”.

         El reportero de la televisión publica alemana constata desde la distancia que las instalaciones del matadero de Wiesenhof está ubicado en mitad de un perdido campo, aislado, sin medios de transportes regulares y de línea para llegar, comprueba desde la distancia la existencia de ‘casetas de ‘viviendas’, en las que son alojados cientos de trabajadores, que están vigiladas por ‘amables matones armados a sueldo de la empresa’ y para ‘seguridad de los trabajadores esclavos’, los barracones están rodeados por alambre de espino (la empresa puede tener interés en que estos trabajadores no sufran robos a sus propiedades en esos barracones, diría alguien con cierto humor negro).

         Estos trabajadores han sido esclavizados en Alemania engañándolos de forma descarada. Casi todos ellos han llegado al país con ‘contratos legales’, según la normativa de la Unión Europea, que permite “contratar en el país de origen”. Fueron contratados por una empresa de Trabajo Temporal bulgara o rumana, que les había prometido condiciones de trabajo ‘normales’ y salarios promedio de unos 1.200 euros mensuales. Pero en la realidad están cobrando de la empresa Wiesenhof unos 600 a 700 euros mensuales, con jornadas de trabajo completas que realizan muchos en medio de la noche y los fines de semanas incluidos.

         A raíz de la publicación de reportajes como el emitido por la TV pública alemana y otros anteriores, como el que emitió el programa televisivo de investigación llamado ‘Monitor’, hace un mes, al parecer la fiscalía alemana ha abierto una investigación legal del asunto y está haciendo ‘registros’ por todo el país. Pero como señalaba un artículo del diario de derechas alemán ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’, "se sabía desde hace años que esto ocurría". En el mes de febrero salto a la luz pública otro escandaloso caso de explotación laboral, de condiciones cuasi esclavistas de trabajo, en la empresa alemana AMAZON, en la que estaban inmersos cientos de trabajadores españoles.

        Pero el que en breve tiempo será desalojado de la presidencia del gobierno español, Mariano Rajoy, tiene ministras de empleo que se sienten ‘orgullosas de ver salir por la frontera a miles de trabajadores españoles’, que se ven forzados a lo que podemos llamar el nuevo exilio español, el exilio por razones económicas de empobrecimiento y desempleo de millones que está provocando el gobierno de los capitalistas españoles, a las ordenes de la Troika imperialista europea.

       Seguro que en las ‘conversaciones’ de Angela Merkel con Rajoy no estaban estos asuntos, sino como los bancos y grandes empresas alemanas garantizaban sus altos beneficios en medio de la crisis económica bestial española.