EGIPTO: Continua la movilización de los Trabajadores y la Juventud

* Decenas de miles continúan congregados en la Plaza Tahrir.

* Ni confianza en los militares, ni en los arribistas. Luchar por cambiar la sociedad radicalmente.

Salvador PEREZ

        En el día de hoy la llama revolucionaria en Egipto lejos de apagarse continua encendida y muy viva. Esta misma tarde decenas de miles de manifestantes revolucionarios, los que marcaron con su movilización la caída del gobierno de Mohamed Mursi, se han vuelto a reunir en la emblemática Plaza de Tharir, en el Cairo. Ello sin duda es una clara demostración de fuerza de la revolución, frente a los partidarios islamistas del ex presidente y una clarísima demostración palpable de que quien ha tirado abajo al gobierno reaccionario ha sido la revolución del pueblo, los trabajadores y la juventud egipcia, no un golpe militar.

       Los ‘Hermanos Musulmanes’, el partido del ex presidente Mursi, continua haciendo llamamientos a la movilización y a entregar sus vidas por Mursi a sus partidarios, que cada vez están mas aislados y arrinconados por la movilización del pueblo. Ellos de forma cínica denuncian ahora el ‘Estado policial’, olvidando los manifestantes muertos por ordenes del gobierno islamista de Mursi.

        Los islamistas gritan que “Los militares robaron la legitimidad y mi voto. Son unos traidores". Pero en realidad solo han robado un inmerecido protagonismo por la caída del gobierno Mursi, caída que como hemos dicho es el fruto directo de la lucha revolucionaria de las masas. Los militares solo anticiparon, tal vez unas pocas horas, esa caída que estaba en el orden del día revolucionario de las movilizaciones de millones de egipcios, cuando ya se había convocado una Huelga General que hubiera supuesto la puntilla final de Mursi y tal vez un cuestionamiento general del capitalismo como sistema socioeconómico culpable de los problemas de las masas egipcias.

        En la Plaza de Tahrir el ambiente hoy era entusiasta. Ante las falacias que hablan de que ha sido un golpe militar el que acabo con Mursi, en muchas pancartas, algunas en ingles, podía leerse claramente: "Egipto vivió una revolución, no un golpe". Sobre el cielo de El Cairo hoy sobrevolaban aviones ‘Caza’ del ejercito, que dibujaban banderas egipcias a su paso con humo de colores. Pero el elemento mas importante no era ese, ni mucho menos, sino el estado de animo de los miles de trabajadores y jóvenes que se congregaban en la Plaza, no para festejar ‘un golpe’, sino para reafirmar que todo lo ocurrido hasta ahora es el fruto de la revolución social que están protagonizando, como actores vivos de ella. El estado de animo de las masas es de victoria, de avance, hasta estos momentos. Ello es un elemento muy importante cara al futuro.

             Mientras, arriba en la copa de los arboles, los que en teoría se han presentado a si mismos como ‘protagonistas de la caída de Mursi’, no lograr ponerse totalmente de acuerdo entorno a ¿Qué hacer?. La propuesta para nombrar Primer Ministro a ElBaradei, el Premio Nobel, se ha encontrado con fuerte oposición y han tenido que dar marcha atrás en esa idea. Se dice que se ha formado una ‘Coalición’ de partidos, movimientos laicos, el partido Salafista del Sur (de tendencia islamista) y los propios militares. Todos ellos unidos para intentar robarle a las masas los frutos de su revolución. Pero como típicos pequeños burgueses, en el fondo sus contradicciones internas pueden mas que sus deseos de acuerdos serios y estables. Si las masas continúan movilizándose en líneas revolucionarias, muchos de estos grupos e individuos saldrán rebotados y serán apartados del camino.

            Otro candidato de estos grupos que quieren robar la revolución a las masas es el que fue Director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Como en los demás casos, este contaría con los apoyos de los grupos laicos pero estaría con la oposición de todos los grupos islamistas o cercanos a ellos, incluyendo a aquellos grupos que desde otras tendencias islamistas combatieron a los Hermanos Musulmanes.

          Nader Baqar, responsable de ‘al Nur’, ha declarado que "No se puede hablar de reconciliación nacional y nombrar luego primer ministro al más virulento opositor a Mursi". Es claro que como un hombre puesto en el filo de la navaja, hagan lo que hagan tienen riesgos serios que correr. El propio ElBaradei ha afirmado que teme que con una designación errónea “se empuje a los salafistas, que ganaron un cuarto de los votos en las elecciones parlamentarias de 2011, hacia el bando de los Hermanos Musulmanes”.

          Ahora mismo todos están unidos por el pegamento que obliga aparentar que han sido ellos los que han tirado a Mursi al suelo y no la lucha revolucionaria de las masas egipcias, que continúan movilizadas. En ello cuentan, claro esta, con todas las bendiciones y aplausos del imperialismo mundial, para el cual el asunto de dictadura o democracia es secundario, mientras se garantice la permanencia del capitalismo como sistema.

          Obama, de forma cínica, a afirmado que “Estados Unidos no está alineado, ni apoya, a ningún partido político, ni grupo egipcio en particular". En otras palabras, le es indiferente quien o quienes, mientras se estabilice la situación y el capitalismo no sea algo en cuestión. Tony Blair, quien ejerce de emisario imperialista en el Medio Oriente, ha defendido la actuación del ejército de derrocar a Mursi, ya que según él, “la alternativa era el caos". En la misma línea se ha pronunciado el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, pidiendo a los nuevos dirigentes de Egipto que "restauren el orden constitucional pronto".

           Algo más claro ha sido en sus palabras el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien ha declarado que “Egipto estaba al borde de una guerra civil”. El problema es que los imperialistas no tenían nada claro el resultado de la misma y si Egipto podía salir de ella con el capitalismo en pie. Por ello todos ellos se han posicionado detrás de los militares egipcios, en el intento de usurpar al pueblo el derrocamiento del gobierno Mursi, en la esperanza de que todo se detenga ahora.

           Pero como decimos, las masas continúan movilizadas. Es un auténticamente dramático que en estos momentos decisivos las masas egipcias carezcan de una clara dirección correcta, armada con el programa de la transformación socialista de la sociedad. En ausencia de esta dirección, del partido revolucionario, las masas deberán ir aprendiendo sobre la base de los propios acontecimientos y en ellos no esta descartado en nuestra opinión que puedan llegar a tomar el poder, en un contexto de absoluta degeneración de la clase dominante egipcia.

           La revolución esta impulsada hacia adelante por fuerzas objetivas determinantes, como son la lucha por unas mínimas condiciones de vida dignas y un funcionamiento democrático de la sociedad. Bajo el capitalismo estas son cosas que están descartadas. La dictadura de Mubarak primero, el gobierno de Mursi después y ahora el gobierno al que lleguen un acuerdo los militares con los políticos de la pequeña burguesía, anclados en la existencia del capitalismo se ven obligados a llevar adelante las políticas de los imperialistas, que se fraguan para que las masas vivan en condiciones míseras.

        La lucha por una existencia mínimamente digna para las masas es la lucha por la transformación socialista de la sociedad egipcia, lo cual seria un verdadero polo de atracción en la lucha por el socialismo en todo el mundo árabe. En esta lucha las masas no deben depositar ningún tipo de confianza o apoyo en ningún sector de la clase dominante y mucho menos en los militares, cuya cúpulas expresan directamente los intereses de clase de la burguesía y su sistema social. Los generales han aparecido ahora retratados deponiendo al gobierno Mursi, para evitar que la imagen que se viera era a las masas entrando al Palacio presidencial y deponiendo revolucionariamente al gobierno. Ello hubiera planteado la interrogante de con que poder sustituirlo y probablemente las masas hubieran exigido nombrar un gobierno que las representara. Un gobierno de trabajadores y explotados de Egipto, basado en un programa socialista de expropiación de la riqueza a la burguesía era y es la única alternativa seria para la lucha revolucionaria de las masas.

* NINGUNA CONFIANZA EN LOS POLITICOS DE LA BURGUESIA, NI EN LOS MILITARES.

* CONFIAR EN LAS FUERZAS DE LAS MASAS, DE LOS OPRIMIDOS, QUE PROTAGONIZAN LA REVOLUCION.

* POR LA FORMACION DE COMITES DE TRABAJADORES, DE JOVENES, CAMPESINOS Y SOLDADOS: ESTOS COMITES DEBEN ESTAR LLAMADOS A TOMAR TODO EL PODER DE LA SOCIEDAD EN SUS MANOS.