EGIPTO: El Ejercito destituye a Mursi… ¿Ahora que sigue?

¡¡ Las masas deben proseguir la lucha por cambiar la sociedad !!

* Los militares sacan los tanques a la calle, destituyen a Mursi y nombran Jefe de Estado temporal al presidente del Tribunal Constitucional.

* Bajo el capitalismo no hay solución a los problemas de fondo: desempleo, inseguridad, libertades y condiciones de vida decentes. Toca Acabar con el Capitalismo.

Salvador PEREZ

     El gobierno que presidia Mursi en Egipto ha durado apenas un año. De nuevo las masas revolucionarias egipcias se han puesto en marcha y la sensación de inestabilidad y caos se apoderó de la clase dominante, que al igual que en su momento hizo con Hosni Mubarak, en el año 2011, ha decidido ‘derrocar por arriba’ a Mursi, intentando mediante la utilización de los generales, del ejercito, impedir que las masas vayan más allá de los limites del sistema social, haciendo caer no solo a Mursi, sino inclusive cuestionar el capitalismo.

      Todos los medios de comunicación, los analistas de todo tipo, han venido informando estos días, algunos con la etiqueta de “en directo”, sobre los acontecimientos revolucionarios en Egipto. Pero misteriosamente todos ellos han ignorado e ignoran en sus análisis la fuerza motriz del porque las masas han salido de nuevo a las calles.

Miles manifestantes celebran fin Mursi

       Ello no es ninguna casualidad, pues intentan siempre presentarnos los acontecimientos como el fruto de peleas por arriba entre personalidades. No pueden decir que la verdad concreta para las masas es que la lucha que mantuvieron contra la dictadura de Mubarak era una lucha por unas condiciones de vida dignas. Es evidente para todo el que quiere ver que desde la caída de Mubarak los problemas sociales han continuado agravándose: el desempleo, la inseguridad, los niveles de vida mas bajos,… AQUÍ TENEMOS LAS BASES OBJETIVAS QUE HAN IMPULSADO E IMPULSARAN LOS NUEVOS ACONTECIMIENTOS REVOLUCIONARIOS, EN EGIPTO Y CUALQUIER OTRA PARTE DEL PLANETA.

        Cumpliendo el ultimátum que habían dado al gobierno de Mursi, del cual ya habían desertado muchos de sus ministros, los militares han sacado los tanques a las calles, han destituido al gobierno de Mursi y disuelto el parlamento. Una de las preguntas claves es ¿y ahora que?. Lo primero que tenemos que ver es que los militares, que representan en estos momentos al sector de la clase dominante que no estaba en el gobierno de Mursi, no querían tener que llegar al final de sus ‘amenazas’.

       Es claro, por todas sus declaraciones y movimientos, que los militares querían forzar al gobierno Mursi a que llegara a un ‘gran acuerdo nacional’, por arriba, que apaciguase los estados de ánimos cada vea mas revolucionarios de las masas egipcias. Es la misma posición que ha estado jugando los EEUU, con declaraciones incluidas del mismo Obama llamando a Mursi a que ‘escuchara la voz del pueblo’.

       Mursi no quiso dar su brazo a torcer y ello le ha costado el puesto. Los militares en este terreno están representando claramente los intereses de los poderosos, de la burguesía egipcia y por ello han impuesto un ‘gobierno de salvación nacional’, el pacto de caballeros que propusieron a Mursi, para hacer creer a las masas de que son escuchadas, en la esperanza de que ello las desmovilizara y acabara con la revolución. Pero como tendremos ocasión de comprobar, ello será en vano, pues bajo el capitalismo las condiciones de vida de las masas no van a mejorar en este contexto y ello será el caldo de cultivo en el que se fraguaran nuevas revueltas del pueblo en el próximo periodo, máxime cuando las masas si están extrayendo una conclusión clara en estos acontecimientos: la lucha, la movilización es un instrumento necesario y consigue hacer caer al gobierno más represivo, como lo era el de Mubarak, por ejemplo.

       Pero es curioso, leyendo algunos artículos de algunos grupúsculos ultraizquierdistas da la impresión de que están impresionados por ‘el papel progresista del ejercito al lado del pueblo’. Como siempre andan confundiendo en el proceso de la revolución factores dialecticos, entre las fuerzas de la revolución y de la contrarrevolución. Aquí lo único revolucionario es la movilización y la lucha de las masas egipcias por sacudirse de encima de sus hombros el peso muerto de una clase dominante parasita y vividora, de la cual el ejercito esta representando a los sectores más inteligentes de la misma, que saben que en estos momentos, con el pueblo movilizado, seria bastante arriesgado llegar a un enfrentamiento abierto entre las clases, pues lo podrían perder todo en esta lucha. Esto es lo que esta detrás de que la clase dominante haya prescindido en 2011 de Mubarak y ahora de Mursi.

        Es en este sentido en donde se comprende bien la ‘prudencia’ que ha mantenido el ejercito, con cientos de miles de trabajadores en las Plazas del país, especialmente en la de Tahrir, exigiendo el fin de Mursi. Pero el hecho de que los militares no querían en realidad dar el golpe de Estado lo demuestra la forma en la que lo han dado: de forma rápida hablan de ‘un periodo de transición’ que conduzca a nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias en unos meses.

        Los militares están cuidando mucho sus apariciones publicas al lado de miembros de la oposición a Mursi. En el mensaje televisivo se han hecho acompañar Jeque Islamista de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, por el papa Copto, Teodoro II, por la figura mas conocida de la oposición, el Premio Nobel de la Paz, Mohamed El Baradei y algo no casual tampoco, por jóvenes que dicen pertenecer y dirigir el principal Movimiento revolucionario en estos momentos, de los Tamarrud, que es la impulsora de las movilizaciones de protesta que hemos visto estos días contra Mursi.

        En ultima instancia la clase dominante egipcia sabe que los militares son la ultima puerta hasta que las masas llegues hacia ellos y por este motivo intentan evitar un enfrentamiento entre el ejercito y las masas, porque son conscientes de que en esta situación revolucionaria, el ejercito que esta compuesto por hijos de trabajadores y campesinos podría desmoronarse rápidamente y sus bases pasarse al pueblo revolucionario. Nuevamente intentaran acuerdos de todo tipo por arriba en el intento de desmovilizar a las masas, sin implicar demasiado al ejercito, de cuya firmeza no confían. Por ello han tenido que presentar el golpe de Estado como un medio para hacer valer la ‘voluntad del pueblo’ y ello es la razón por la que Adly Mansur intenta formar un gobierno no militar, sino de llamados ‘expertos’.

        Mursi se ha recluido en la Mezquita de “Rabea al Adauiya”, en el barrio de Ciudad Naser, mientras se sabe perdedor del pulso que ha mantenido con las masas y finalmente con el ejercito. El esta al parecer enfierecido, declarando que “no aceptará nunca renunciar de forma humillante a su patria, su legitimidad y su religión", asegurando que el continua siendo el Presidente de Egipto y haciendo llamamientos a sus seguidores, cada vez más escasos, para “que luchen porque le están robando la revolución mediante un golpe”. Sea como sea, lo que Mursi quiera seguir pensando de el mismo, los militares le comunicaron a las 19 horas que dejaba de ser el Jefe de Estado de Egipto. Además, junto a otros altos cargos de los Hermanos Musulmanes, a Mursi se le ha prohibido salir del país.

Los tanques han ocupado El Cairo

          Detrás de los militares, ofreciendo sus servicios para ‘sacar a Egipto de la grave crisis que vive’, aparecen todo tipo de personajillos, sobre todo de la pequeña burguesía. Carreristas y profesionales siempre dispuestos a prestar sus favores a la clase dominante y que pululan en los márgenes de toda revolución. Estos son invariablemente los tipos que plantean la ‘reconciliación nacional’, los acuerdos entre todos, incluyendo los que eran victimas y verdugos hace unas horas, …    Las masas no deben depositar ninguna confianza en esta gente, sino combatirlas enérgicamente, como los principales peligros para la revolución, aquellos que se presentan como amigos y tienen el cuchillo en la mano esperando el momento en coger nuestro cuello.

          Cientos de miles de personas se han congregado en la Plaza Tahrir y en los alrededores del Palacio presidencial de Itihadiya. De forma instintiva están celebrando el final de Mursi. Muchos gritan la consigna en la Plaza de Tharir que “No es un golpe”. En cierta forma la intervención del ejercito esta siendo apoyada por las masas, con manifestaciones de alegría por verse libre de Mursi, al tiempo que continúan exigiendo sus demandas, entre ellas ‘justicia’. Reclaman que Mursi sea juzgado por los asesinatos de manifestantes en este ultimo año. Las masa están exigiendo que los dirigentes islamistas de los Hermanos Musulmanes sean puestos ante los tribunales populares de justicia.

         Para estos menesteres están personas como El Baradei, quien no dudo en declarar que el objetivo de la “hoja de ruta marcada por los militares debe ser el paso hacia la reconciliación nacional". El Nobel de la Paz afirmó que “con lo ocurrido este miércoles se corrige la Revolución del 25 de Enero, que derrocó a Mubarak y se responde a las demandas del pueblo egipcio”. El Jeque Al Tayeb censida que “con esta iniciativa el dividido pueblo egipcio podrá tender puentes". Por su parte el llamado Papa Copto, Teodoro II, señala que “la hoja de ruta se ha aprobado para resolver el actual callejón sin salida". Todos juntos están tratando de arrojar montañas de tierra sobre los ojos de las masas al objeto de que estas no sepan diferenciar los intereses de clase que estos ‘pájaros’ defienden.

          Todos ellos ahora hablan de ‘acuerdo nacional de todos los egipcios·, de que todos deben estar en el mismo barco, y los militares no dejan de afirmar que “el Ejército de Egipto pertenece a todos los egipcios". Se informa que la Jefatura de la Zona Militar Central de Egipto ha ordenado “un fuerte despliegue en Tahrir y junto al Palacio Presidencial de Itihadiya, donde se congregan los opositores, con el objetivo de cumplir con el máximo grado de protección a los manifestantes en esta etapa crítica de la historia de Egipto".

         En realidad la clase dominante, utilizando a los militares para ello, intenta ya a estas horas evitar que el movimiento de las masas vaya más allá. Intentan evitar que las masas pasen de las Plazas hacia la toma del Palacio Presidencial, por ejemplo. Pero a estas horas otra pregunta debe venir a la mente de los trabajadores y jóvenes egipcios: ¿solucionará el gobierno de concertación nacional los problemas económicos y sociales que sufrimos?, ¿se acabara el desempleo atroz, el hambre y las condiciones de vida indigna en las que viven millones en Egipto?... 

         Hasta ahora, las reivindicaciones que desde la  Revolución del 25 de Enero han inspirado las acciones de las masas, “pan, trabajo y  democracia”, continúan en pie y sobrevuelan como una hoja cortante sobre la cabeza de la burguesía egipcia en cada movimiento de las masas.  Las masas han protagonizado hasta ahora un magnifico movimiento de lucha, que ha permitido derrotar a Mubarak primero y ahora a Mursi. Los trabajadores y jóvenes egipcios deben ser conscientes de que solo pueden confiar en sus propias fuerzas, que son las decisivas en la sociedad, para imponer un gobierno que lleve a cabo un programa en beneficio de la mayoría.

        Los trabajadores y los jóvenes egipcios deben despreciar olímpicamente a los arribistas de todo tipo que ahora se quieren convertir en nuevos gobernantes, al servicio de la clase dominante de Egipto. Ningunas confianza en estos políticos de la burguesía, confiar solo en nuestra fuerza revolucionaria para cambiar la sociedad.

         En Egipto los trabajadores y la juventud deben luchar enérgicamente por la expropiación de la riqueza de los burgueses, poniendo todos los recursos económicos existentes a funcionar para poner fin al desempleo, el hambre y la miseria, fruto todo ello de una sociedad dividida en clases y gobernada en contra de nuestros intereses. Un Egipto socialista seria una ancorca brillando pasar inspirar a las masas de toda la zona, de todo el mundo, en la lucha por una sociedad de hombres y mujeres realmente libres, iguales e inteligentes.

 

ULTIMA HORA.-

           Según nos llegan noticias, los seguidores del ahora ex-presidente Mohamed Mursi, en Marsa Matrouh, ciudad ubicada en el norte, han provocado enfrentamientos con fuerzas del ejercito. Según transciende oficialmente se habrían producido unas ocho muertes, entre las que habría dos militares.

           Según informaciones del diario oficial “Al Ahram”, los disturbios comenzaron cuando un grupo de partidarios de Mursi habrían atacado la sede de la Gobernación en la ciudad. Con esta información se estaría hablando de un balance de unos 14 muertos, con decenas de heridos, desde que Mursi haya sido depuesto de su cargo de presidente de Egipto.

           En la ciudad de Alejandría los enfrentamientos que han provocado los partidarios de Mursi habrían provocado un total de 3 muertes, de las que dos serian hombre heridos de bala y una mujer muerta por puñalada. Aquí tendríamos no menos de 50 personas heridas en los enfrentamientos. Mientras, en la ciudad de Minya, sur de Egipto, tendríamos otras tres personas muertas, en donde estarían incluidas dos militares.

            En la ciudad de Fayoum decenas de personas habrían resultado con heridas y un grupo a atacado la sede del ‘Partido Libertad y Justicia’ (PLJ), organización próxima a los ‘Hermanos Musulmanes’. En la ciudad de Mansoura se han escuchado ‘ráfagas de disparos’, que obligaron a los manifestantes que celebraban en la plaza Al Thwara la caída de Mursi a dispersarse.

            Pero con estos datos se puede afirmar que el gobierno islamista de Mursi ha caído sin que haya habido un seria oposición por parte de sus filas. La revolución entra así en una nueva fase, que habrá que seguir en su desarrollo. Como hemos explicado, unas nuevas elecciones, un nuevo gobierno no consiguiera mejorar por si solo, sustancialmente, las condiciones de vida de las masas, origen de fondo de profundo malestar social existente que lleva y conduce hacia la revolución una y otra vez.